Por subdepartamento de Vinculación con el Medio del departamento de Atención de Usuarios.
En los últimos años el mundo del trabajo ha vivido profundas transformaciones como nuevas formas de empleo e intensificación de las demandas laborales, entre otras. Estos cambios también traen consigo un aspecto que durante mucho tiempo fue invisibilizado, la salud mental de las y los trabajadores.
La gestión de riesgos laborales siempre ha sido muy enfocada en el aspecto físico como por ejemplo prevenir caídas, accidentes con maquinaria o exposición a agentes químicos. Sin embargo, también hay que considerar la salud mental en donde el estrés crónico, el acoso laboral y el burnout también son riesgos reales, con impactos en la productividad, la convivencia y la calidad de vida de los equipos de trabajo.
Es urgente actualizar y ampliar nuestra mirada. Según la “Superintendencia de Seguridad Social (SUSESO), en 2022, el 67% de las enfermedades profesionales reconocidas en Chile fueron de origen psicosocial, un aumento significativo respecto al 52% en 2021”[i].
La empresa Laborum, el año 2023, realizó el estudio “El desafío invisible: salud mental en el trabajo mostrando que el 54% de los trabajadores en Chile afirma que su empresa no cuenta con políticas de apoyo a la salud mental y solo el 9% reporta tener acceso a programas de bienestar laboral[i]. Incorporar la salud mental a la gestión de riesgos laborales no es solo cumplir con una normativa, es avanzar hacia una cultura preventiva integral, donde las personas sean el centro y la prevención se entienda como un compromiso.
Desde el Instituto de Seguridad Laboral (ISL), como organismo técnico del Estado y administrador del Seguro Social contra Riesgos de Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales, reafirmamos que el bienestar psicológico no puede seguir siendo un componente secundario en la prevención de riesgos laborales. La salud mental debe ocupar un lugar central en toda estrategia de seguridad y salud en el trabajo.
Nuestros equipos de prevención están llamados a fortalecer el acompañamiento a distintos organismos, con el fin de promover herramientas concretas para la identificación, evaluación y gestión de factores psicosociales, como por ejemplo el Protocolo para la prevención del acoso y la violencia laboral.
Este cambio de paradigma requiere del compromiso conjunto de diversos actores y, desde el ISL, seguiremos fortaleciendo nuestras capacidades para liderar este desafío, apoyando a los distintos sectores en la construcción de entornos laborales más sanos, seguros y dignos.
La salud mental es una necesidad urgente y la prevención, hoy más que nunca, comienza por cuidar el bienestar emocional de quienes día a día sostienen el trabajo en nuestro país.
[i] https://www.suseso.cl/605/w3-article-705997.html?utm_source
[ii] https://www.pagina7.cl/noticias/sociedad/2025/09/15/el-74-de-los-trabajadores-afirma-que-su-salud-mental-se-deteriora-a-causa-de-su-relacion-con-jefes?utm_source